Comenzar algo nuevo, por lo general, plantea muchas preguntas que necesitan una respuesta. Cuando hablamos de certificar el Sistema de Seguridad y Salud en el Trabajo bajo los requisitos que establece una norma internacional, la primera pregunta que surge es por dónde comenzar la implementación de OHSAS 18001.
Hoy en día, el proceso de control de documentos es uno de los aspectos de mayor relevancia dentro de toda organización, con independencia del tipo de industria del que se trate o ámbito público, ya que permite a la misma llevar una correcta aplicación de políticas y procedimientos y permite tener documentada la descripción de las tareas a realizar en los diferentes puestos de trabajo.
Cuando los responsables del Sistema de Gestión bien de Calidad, Ambiental, de Seguridad y Salud en el Trabajo, de Seguridad de la Información u otros, plantean certificar esos Sistemas de Gestión de acuerdo a una norma internacional, contar con el apoyo de la gerencia a un proyecto ISO resulta clave.
Gestionar la Calidad en los laboratorios clínicos es un reto que afrontan laboratorios del sector público y privado de todo el mundo. En muchos casos, este tipo de organizaciones se decide por implementar un Sistema de Gestión de la Calidad basado en la norma internacional ISO 9001 así como otras normativas específicas de su sector.
Como ya conocemos, la norma ISO 27001 es un estándar que sienta las bases sobre la gestión de la seguridad de la información en una organización a fin de evitar y gestionar riesgos en relación a la misma.
Las organizaciones que están certificadas o van a certificar la ISO 27001 generan confianza frente a sus clientes, ya que les hacen ver a los mismos, que cuentan con las políticas requeridas para proteger su información frente a las amenazas actuales.
Los Sistemas de Gestión de Calidad (SGC) de acuerdo a la norma ISO 9001:2015 tienen como finalidad mejorar la consistencia del producto final. Sin embargo, no detalla el proceso a seguir en el caso de fabricación de un producto complejo dado que no es un estándar preceptivo y, en consecuencia, se puede aplicar a muchos productos y servicios de diversa índole.
Un tema esencial para cualquier Sistema de Gestión Ambiental, así como para el propio desempeño ambiental de la organización es el relativo a identificar los aspectos ambientales. En este sentido, concretamente, el apartado 6.1.2 de la nueva norma ISO 14001:2015 recoge la orientación relativa sobre la identificación y mantenimiento de los aspectos ambientales.
Continuidad de negocio es el término que se acuña para referirse a las estrategias y planificación mediante las cuales las organizaciones se preparan para dar respuesta a eventos catastróficos tales como incendios, inundaciones, ataques cibernéticos, accidentes o errores humanos.
A la hora de llevar a cabo la implementación de un estándar de Calidad, los responsables de muchas organizaciones se preguntan cómo pueden acelerar la implementación de ISO 9001. Ya hemos analizado en anteriores artículos que para adecuar los procesos, procedimientos, políticas, productos y servicios de una organización a los requerimientos que establece la norma internacional ISO 9001, existen diferentes fórmulas.
Antes de abordar los beneficios de gestionar los riesgos de acuerdo a ISO 31000, conviene detenerse un momento a conocer qué entendemos por «riesgo».
De acuerdo con la norma internacional ISO 31000 (Parte 2.1) el riesgo es «el efecto de la incertidumbre en los objetivos». Y ese efecto puede ser una desviación positiva o negativa de lo que se espera conseguir. De forma que, el riesgo es la posibilidad de que habrá una desviación positiva o negativa de los objetivos que esperamos alcanzar.
