¿Usted efectúa una buena gestión de proveedores en su organización? Si su respuesta es NO, debe prestar mucha atención a este post. La gestión de proveedores es tan importante y estratégica en cualquier organización, que permite victorias significativas que se traducen en aumento de la calidad y ahorros significativos de tiempo y dinero.
Gracias a ello, una organización puede obtener ventajas competitivas, y tiene más posibilidades de destacarse en el mercado, ofreciendo precios más atractivos a sus clientes y productos de gran calidad.
Dentro de este contexto, en esta entrada veremos la importancia de mejorar la gestión de proveedores y encontraremos algunas recomendaciones sobre cómo lograrlo dentro de un Sistema de Gestión de la Calidad.
Gestión de proveedores – Su importancia
En un mercado altamente competitivo, las organizaciones necesitan exhibir diferenciales para destacarse de sus competidores. Una forma de hacerlo es mejorando la gestión de sus proveedores. En general este proceso implica la selección, evaluación y aprobación de los proveedores, así como el mantenimiento de un registro actualizado que sirva como referencia para la supervisión, calificación y habilitación de ellos en forma periódica.
Cuando este proceso se realiza de manera eficiente, el resultado es el aumento de la ventaja competitiva de la organización, ya que logra ofrecer productos de calidad en el plazo y a los precios requeridos por el consumidor.
Estas, que son razones de peso para adoptar una adecuada gestión de proveedores, deberían bastar para demostrar la importancia del tema. Sin embargo, hay otros beneficios que debemos tener en cuenta:
- Aumento del valor relativo de los productos adquiridos a menor precio.
- Facilidad de llegar a otros mercados en otros países, como consecuencia de los procesos de globalización.
- Poder ofrecer precios competitivos para productos y servicios.
- Resistir el impacto de cambios tecnológicos crecientes, que traen modificaciones en la forma de llevar a cabo los procesos.
Esto significa que una organización que no selecciona ni gestiona sus proveedores, tiene más dificultades para destacarse en el mercado y ofrecer un producto competitivo. Pero, regresando a nuestra pregunta inicial ¿cómo mejorar la gestión de proveedores en el Sistema de Gestión de la Calidad?… La evaluación y la homologación de proveedores son las claves. Veamos como:
Mejorar la gestión de proveedores en el Sistema de Gestión de la Calidad
El proceso de evaluación pasa por la selección, de acuerdo con criterios básicos y específicos: calidad, tiempo de entrega y precio.
El proveedor debe reunir estos tres requisitos para ofrecer un producto competitivo. La calidad, por supuesto, ocupa el primer lugar. ¿Cómo la determinamos?… aunque existen muchos factores técnicos, la acreditación en la norma ISO 9001:2015 es un excelente punto de partida.
Pero en términos específicos, la evaluación de los proveedores implica la consideración de algunos elementos fundamentales:
- La habilidad técnica: el proveedor debe proporcionar el producto deseado con las especificaciones técnicas requeridas.
- Capacidad de producción: la producción debe cumplir con las especificaciones del producto, y el proveedor debe tener la capacidad de producir el máximo requerido, en el menor tiempo posible, sin defectos y no – conformidades.
- Confiabilidad: el proveedor debe ser confiable y ostentar una reputación sólida, transparente, a más de una situación financiera estable.
- Servicio Post – Venta: el proveedor debe proporcionar apoyo en caso de que se requiera sustituir unidades, piezas, o realizar ajustes técnicos.
- Ubicación: a menudo, el proveedor tiene que estar cerca de la organización, para poder garantizar un stock suficiente, o suplir demandas en forma rápida y oportuna.
- Precio: no significa que el proveedor deba ofrecer el precio más bajo, pero si la mejor relación costo – beneficio.
Gestión de proveedores – La homologación
Después del proceso de evaluación, pasamos a la etapa de homologación de los proveedores, que es la confirmación de que ellos tienen la capacidad – y en efecto lo han hecho -, para atender las necesidades de la organización.
Los proveedores y la organización deben establecer una relación de asociación en la que ambos persiguen objetivos comunes y buscan las mejores soluciones para obtener ventajas competitivas.
Para que sean homologados, los proveedores deben contar con antecedentes estables, presentar documentos que acrediten su experticia y su eficacia, estar al día con sus obligaciones tributarias, presentar certificaciones acerca de su capacidad técnica y, finalmente, certificar su capacidad económica y financiera.
Al analizar estos aspectos, la organización logra obtener el máximo potencial de sus proveedores, y tiene la posibilidad de obtener los mejores precios y la mejor calidad posible, lo que redundará en la satisfacción de sus clientes.
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