Se trata de la ISO 20553 publicada en el año 2006. Esta norma especifica los requisitos mínimos para el diseño de programas profesionales. Está dirigida a trabajadores que se encuentran expuestos a riesgos de contaminación interna con materiales radioactivos al monitorear la potencial absorción o cuantificar las actuales absorciones y exposiciones a actividades ionizantes.
Podemos establecer los orígenes de esta norma en el año 1999. En este año se presentó un plan para trabajar en mediciones radioactivas, fue aprobado por los países miembros de los comités técnicos en energía nuclear, donde eran necesarias normas que ayudaran a aquellos profesionales a cargo de la vigilancia y el monitoreo del medio ambiente que rodea algún centro nuclear.
Este tipo de normas intentan servir de ayuda en la determinación del nivel de actividad de los radionucléidos naturales y artificiales, que se pueden encontrar en el medio ambiente: gas, aerosoles, agua natural, suelo, sedimentos, y órganos de origen vegetal y animal; considerados como bioindicadores. Además del medio ambiente natural, también evalúan las tierras agrícolas, ganaderas, y las zonas urbanas o industriales que pueden haber sido contaminadas.
La exposición ocupacional a radiaciones ionizantes es más amplia de lo que muchas veces se cree. Puede ocurrir en los distintos sectores económicos, como por ejemplo en las industrias energéticas, instituciones médicas, establecimientos de educación e investigación y dispositivos de ciclo del combustible nuclear. En este sentido, el programa de monitoreo que se propone a partir de esta norma, reduce considerablemente los riesgos asociados al desarrollo de actividades ionizantes.
Lo que principalmente ofrece esta norma son los pasos a seguir para decidir si se necesita un programa de monitoreo y como se debe diseñar, establecer y mantener en el tiempo.
Su principal objetivo es optimizar los esfuerzos de un gran programa de monitoreo, consistente en requerimientos legales, y con el consentimiento de todo el programa de protección, que comienza con una evaluación para identificar las situaciones laborales donde hay un riesgo de absorción radionucléica en trabajadores.
Para el desarrollo de esta norma se establecieron mediciones del medio para el posterior análisis de los resultados obtenidos. Dichos resultados se utilizan para establecer la evaluación radiológica, observaciones cronológicas a largo plazo, y también para explicar o cuantificar los mecanismos de transferencia de radionucléidos entre varios componentes el medio ambiente. Estos también pueden ser establecidos ocasionalmente contra resultados de simulaciones matemáticas, realizados para validar la evaluación teórica del impacto, o evaluaciones de riesgo.
El aumento de la demanda de expertos en la contaminación ambiental (radioecología) y la evaluación del impacto en la población (radioprotección) se justifica por la principal existencia y adición de sustancias radioactivas en el medio ambiente, así sea ocasional o accidentalmente. Esta demanda está originada desde organismos oficiales internacionales, autoridades públicas regionales y nacionales e incluso por operadores de instalaciones nucleares. Esta demanda puede también provenir de otros «stakeholders» o grupos de interés como son organismos públicos u organizaciones sin ánimo de lucro que pretenden asegurar la sostenibilidad del medio ambiente.
De acuerdo con el Informe del 2000 del Comité Científico de Las Naciones Unidas sobre los Efectos de la Radiación Atómica (UNSCEAR), aproximadamente veinte millones de trabajadores son monitoreados por exposición a radiaciones ionizantes a nivel mundial. Ellos absorben dosis de radiación atribuibles a su ocupación, que van desde una pequeña fracción del promedio global de exposición a radiación natural hasta el valor de la radiación natural.
Esta creciente preocupación por el cuidado y la sostenibilidad del medio ambiente, genera nuevas conductas de los sujetos socioeconómicos en cuanto a la evaluación de las consecuencias medioambientales que generan sus actividades siguiendo las directrices de la ISO 14001:2004. Para evaluar el impacto de esas prácticas durante las operaciones rutinarias así como también en los casos de accidentes nucleares, se requieren los resultados de las mediciones.
Mención aparte requiere la actividad radiológica en los suelos. La primera norma (ISO18589) se divide en seis partes, la primera parte trata sobre las definiciones, el establecimiento de programas y técnicas de muestreo, considerando las normas ISO de calidad de suelos existentes (ISO 10381).
La segunda parte trata de los métodos necesarios para el diseño y generación de soluciones de muestras de suelos en el laboratorio, mientras que las partes tres a seis presentan métodos para medir radionucléidos en las muestras de suelo en evaluación. En estas últimas partes de la norma, se integran también la especificación de una nueva norma para la determinación del límite de detección y los procedimientos para decidir las mediciones para radiación ionizante (ISO 11929-7 y el GUM: Guía para la expresión de la Incertidumbre en las Mediciones).
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